BUSCAMOS PRODUCTIVIDAD O CREATIVIDAD?
La sociedad demanda éxito, resultados, números, producir, producir... Pero, ¿Hace eso feliz a la persona individual? ¿Qué fue del crear... por el placer personal de crear?
Van Gogh vivió sin un céntimo hasta el día que murió. Pero era un hombre feliz. Hacía lo que le gustaba. Se pasaba días pintando, expresando toda su pasión, su arte, creando maravillas de la nada (incomprendidas y no reconocidas en su tiempo). No tuvo éxito exterior, pero sí satisfacción interior. Pudo haber realizado cualquier trabajo rutinario que le diera un sueldo para comer. Pero prefería estar días pintando, sin comer, sin otra luz que la de las farolas de la calle por las noches. Se reían de él. No ganaba un céntimo. Sus cuadros llenaban los trasteros de las casas (hoy sus cuadros se buscan en los trasteros de Holanda y su valor alcanza 40 millones de dólares en las subastas). Hoy sería un hombre de gran reconocimiento, de gran renombre, de éxito exterior. Él no lo necesitaba. Hacía lo que amaba: crear. No hizo lo que la sociedad esperaba de él: producir. Pero creo que fue feliz.
Los países avanzan por la producción, cierto, pero, redunda eso en la felicidad individual de las personas? Somos más felices ahora que producimos tanto? Quién es más feliz? El que amasa millones o el que se siente alegre con lo que hace... aunque le llegue justo para vivir? A cada uno de responder. A cada uno de elegir. Seguridad? Reconocimiento? Fama? O bien paz interior, abandono, relajación, simple gozo de crear?
Osho dice: “La creatividad se da en un estado de abandono. La productividad necesita tensión, ansiedad, hacer, el ego, el reconocimiento. La creatividad no requiere reconocimiento, un ego, un hacedor. Sólo el puro gozo de crear”.
Pienso que todos hemos estado en ambos extremos. Hemos sufrido esa ansia por hacer, por producir, por dejar una huella, por conseguir un reconocimiento. Pero también hemos hecho cosas por el simple placer de hacerlas, proporcionaran o no reconocimiento, produjeran riqueza o no. Nos proporcionaban riqueza interior, felicidad.
La felicidad está en lo que hace cada uno consigo mismo. No en lo que los demás piensan de nosotros, de lo que hacemos (o por lo menos, así debería ser). El ego nos puede. La insatisfacción la compensamos con acción, con producción, con ajetreo. Una huída. Todos lo hemos hecho. Pero, de vez en cuando, uno consigue ser feliz con lo que hace, sea o no reconocido, produzca o no. Creo que esa es la felicidad más pura. Es nuestra, no depende de nadie más. Es sincera, honesta con uno mismo. No necesita el reconocimiento de los demás.
Jorge
P.D: La foto está sacada en Ordesa este 24 de octubre de 2007. Qué colores había...
11 comentarios
María -
Te "encontré" dando una vuelta por el mundo; y sí, tienes mucha razón con tu comentario.
Respecto a las personas que afirmáis que Vincent no era feliz o como Jorge, también yo,que queremos tener esa visión romántica del amor, la pasión y creatividad y el sentirse realizado; NINGUNO somos felices SIEMPRRE o NUNCA... todos dejaremos este mundo sin saber cómo era Vincent, o lo que sentía, xq ninguno SOMOS él.
Yo era directora de un banco y la vida me iba muy bien; conocí a mi pareja y tuvimos dos niñas y un niño. Mi marido es camionero y yo, simplemente, soy creativa y "migajo" de ellos; dejé de comprar cosas de marca y vivir en comunión conmis limitaciones, trabajando día a día para crecer, pero no económicamente, sino emocionalmente.
Tal vez vosotros seáis de los que queréis lo mejor para vuestra familia, pensando que lo mejor es lo material y los comodidades; y es muy respetable.
Para mí el auténtico lujo es no salir a cenar por ahí, tener un coche de segunda mano y poder llevar a mis niñas a la guarde todos los dias, yo misma. Y eso, es igual de respetable que lo otro.
María.
mer -
La Verdad -
Tu comentario peca de individualismo. ¿Qué queda para los proyectos personales?. Tú que eres pediatra (y muy bueno, como dan fe de ello los amigos que te llaman los sábados de madrugada), deberias saber que, una vez que tienes hijos, tu visión personal de la vida cede un poco, y entra en acción un nuevo enfoque: el proyecto de vida, del que son inescindibles tus hijos (mis hijas, en mi caso). En este escenario, el trabajo, el producir, el procurar a tu familia un entorno seguro y una estabilidad, sí que tiene sentido.
Puede parecer un comentario el mío un poco crudo, pero esto es lo que hay. La felicidad no es sólo lo que YO hago para MÍ. Si no también la trascendencia que tiene hacia otros lo que yo hago y produzco.
Fuera de todo esto, el afán productor (no creador) del ser humano, permite que la sociedad se desarrolle (incluida la medicina, el arte, la educación, etc.). Sin esa iniciativa humana, estaríamos todavía en la edad de piedra.
Un abrazo.
juan pablo -
un abrazo a la distancia
Sandra Hubbers -
Finalement je t'ai retrouvé par ton site internet.
Toujours de belles photos et toujours des pensées philosophiques sur la vie et sur les hommes.
J'espère recevoir de tes nouvelles.
Je t'embrasse,
Sandra
marianoelmarciano -
Alberto -
Nunca es todo guay ni perfecto, es ley de vida.
María -
Yo también escribo un blog que habla de emociones, de sentimientos y de la importancia de la actitud ante la vida.Tu sensibilidad me conmueve, la entiendo y aunque a veces como dices no podamos ser comprendidos por todo el mundo,no importa porque la satisfacción de ver el agradecimiento de las personas hace que todo el esfuerzo merezca la pena.
De verdad enhorabuena por tener esa capacidad de transmitir emociones y por darnos la oportunidad de leerte
Martha Tovar Medina -
Saludos desde México!
Cristina -
Te recomiendo leer, si no lo conoces, a Tony de Mello. Te encantaría.
Un beso,
Cristina
Carlos Albendea -