DECIR SIEMPRE LO QUE UNO SIENTE
Dice en una frase Gabriel García-Márquez: “Si tuviera un trozo de vida, no diría siempre todo lo que pienso pero pensaría siempre todo lo que digo”. De acuerdo, pero además, a esta frase yo terminaría añadiendo: “Pero todo lo que dijera sería lo que pienso, lo que siento… en resumen, siempre diría la verdad”. Porque nuestra verdad es una, no otra que los demás quieran oír.
No hay nada más relajante, que más paz interior proporcione, que decir en todo momento lo que uno siente. Pero claro, en esta sociedad, hay que decir lo que conviene, lo que va a agradar al otro. Pero… ¿Qué es lo que va a agradar al otro? ¿Tu mentira piadosa… o tu verdad? Yo no tengo dudas: la verdad. Con educación, de acuerdo. Con tacto, de acuerdo, pero la verdad.
Señores, lo que es, es. Y esto es así. Nuestra realidad es una y no otra que queramos disfrazar. Es así de simple: “Te quiero” o… “No, no te quiero”. “Me gustas” o “No me gustas”. “Me gustó esta película”. “Pues a mí, no”, “¿A ti, no? Y eso?” “Pues no me gustó por esto y por esto otro.”
Decir lo que uno piensa no es un defecto ni es una cualidad. Es simplemente lo correcto. No decir la verdad es engañar al otro y engañarnos a nosotros mismos. Decir algo que no sientes, por agradar, es mentir. Y esa mentira o esa “realidad que no es” puede ir perpetuándose hasta no saber uno cómo salir de ella. Ante preguntas indiscretas o difíciles de contestar, siempre podemos abstenernos de responder. Pero no deberíamos mentir. Si alguien te ha mentido en una ocasión y te diste cuenta, luego no sabes cuántas otras veces lo hará y entonces se pierde la confianza. Si uno dice la verdad, siempre se sentirá en paz. Nadie va a venir a decirte qué dijiste o dejaste de decir. Sólo dijiste… la verdad, gustara o no.
Decir: “Esto no me gustó. Esto me desagrada” es la única forma de conseguir mejorar lo que no funciona del todo bien. En el momento en que contamos nuestra verdad abrimos el puente sincero de la comunicación. El puente necesario para solucionar los problemas. Si algo va mal, tiene el otro que ser consciente de ello para poder poner juntos soluciones. Si se oculta el problema, no se resolverá nunca. Viviremos una falsa felicidad. Una falsa tranquilidad.
La sinceridad, la honestidad, la naturalidad son los adornos más bellos de la personalidad. Nadie nos podrá echar en cara que digamos lo que sentimos. Los sentimientos se sienten, no se controlan. Son los que son. Están ahí. Tu opinión es la que es. Si te la piden, la darás. Si eres sincero, honesto, natural… confiarán en ti. Tú confiarás en los demás. Disfrutarás de la paz… Paz para poder vivir feliz.
Jorge
33 comentarios
Liu -
Antonimo -
charity -
Claudia -
Claudia
Felix Castillo -
Creo que use una palabra mal y eso fue como un volcan que ya de ante mano queria estallar sobre mi, pero no puedo borrar el pasado, no puedo mas que pedir disculpas y sentir que estoy siendo demasiado apasionado en mi papel de padre, mi infancia fue muy dura y creo que es por eso que no quiero que ellos sufran lo que yo he sufrido en mi vida, pero hay algo muy cierto en todo esto, realmente los amo y solo quiero que tengan mucha felicidad y que numca les ocurra lo que a mi.
ROSA -
R.Valdovinos.
Anto -
EMILI -
valeska -
paulette -
tulio -
Lo digo por que por lo menos en esta sociedad de chile no se suele decir lo que se siente aunque te lo pregunten pero hay veces que me gustaría contestar sin problemas sin que te empiezan a molestar por cualquier tipo de esas cosas
Mi naturaleza es decir la verdad pero normalmente no la digo para que no molesten a la otra persona
Rosa Martha -
Monica Victoria -
tenes toda la razón , me encantó este comentario, en mi casó la verdad siempre me ha dado satisfacciones, el problema que tengo es que en las relaciones de pareja si me mienten sufro mucho en lugar de poner las cosas en su lugar porque creo que todos son así y me encuentro cosas terribles a veces y me decepciono , me he enfermado seriamente por esto, como no esperar que los demás no mientan o como lograr no sufrir por eso? Gracias¡
Tela -
maria -
Andrea -
sara -
raul -
LILIANA -
Celeste -
angelo -
Claudia -
Eibary -
Ginia -
Un saludo!!!!
melissa -
Jesus -
Braulio -
encontre esta web sin querer pero es bastante buena
sigue así
saludos
geminis -
jon -
Una cosa es decir la verdad si te la preguntan, que, en esto, creo que la mayoría estamos de acuerdo, es bueno. No hay nada más gratificante que decir la verdad. Ya sea que la maquilles un poco
o no, y como dice Jorge con tacto, con educación y sin importar como se reciba, al menos tu te sentirás libre.
Sin embargo, me parece que basicamente hay dos momentos en los que se puede decir la verdad. El más fácil cuando te preguntan algo: "¿Me quiere?,
R/ Si / No/ No como antes", que en este caso la persona ya está preparada
para escuchar de cierto modo, una respuesta afirmativa o negatia para sus intereses.
Pero, otra situación es cuando tienes o necesitas decir algo que sientes, que ojo, nadie te está preguntando.
Por ejempplo, en mi caso, decirle a una amiga que estas
enamorado de ella, o que te gusta desde hace muchos tiempo, y que, solo lo
dices para que ella lo sepa, o no tanto para que lo sepa, sino porque se lo necesitas
decir, porque quieres ser libre.
Aún cuando sabes que, ella tiene su novio
e incluso está pensando en casarse. La conoces por mas de 10 años un nunca te
atreviste a decir nada, ahora, ya es demasiado tarde, y solo lo quieres decir,
pues, para sacarlo de ti, porque lo sientes.
Ese es mi caso. Una parte de mi, esta de acuerdo en que se lo haga saber a ella,
no para que cambie en nada con su novio, sino mas bien, para sentirme libre.
Otra parte, no quiere arriesgar la amistad y prefiere callar.
Esta es una verdad, porque es muy cierto lo que siento, sin embargo, no es tan fácil de decir.
Saludos.
lorena -
monica -
obdulia -
Juanadón -
Qué hay de las mentiras piadosas o las medio-verdades en casos de extrema necesidad? P. ej.: ahorrar el sufrimiento o retrasarlo para no hacer polvo a una persona o no dañar a personas con una sensibilidad fuera de lo normal o que están pasando varios malos tragos y, ya sabes como es la ley de murphy, llegan siempre de golpe...
Ésto en la vida cotidiana. Pero en lo profesional, cómo haces cuando tienes que darle una mala noticia a unos padres o a una familia acerca de un paciente, de un niño...que se yo... una muerte o una enfermedad grave o irreversible.
El dolor y el sufrimiento es lo peor del mundo y no se trata de darle la espalda, si no sólo de retrasarlo por un tiempo cuando se dan ciertas circunstancias esperando a una situación más propicia en que la persona esté recuperada de otros disgustos.
Son reflexiones que me he hecho infinidad de veces... cuando he soltado la verdad como una piedra en circunstancias así, he pensado si no hubiera sido mejor mentir por un tiempo o sólo contar parte. Y viceversa también.
Un abrazote: juanadón