EL PLACER DE DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO
En el verano de 1990 estaba yo de monitor en un campamento en Maine (EEUU). En el mismo campamento había también un monitor americano que solía llevar una camiseta gris de tirantes que me encantaba. Un día se lo dije y él me la dio. “Te gusta? Quédatela. Es tuya”. Han pasado 17 años desde ese día y me sigo poniendo esa camiseta para ir a correr al parque. La he lavado mil veces y está intacta, igual que el día que me la regaló. Me la dio porque sí, sin esperar nada a cambio. Recuerdo ver su mirada de satisfacción cuando me vio tan sorprendido y emocionado con la camiseta en mis manos.
Hoy en día no abundan demasiado estos valores. El dar sin esperar nada del otro. El dar por el placer de dar. Cuando damos esperando algo a cambio no estamos dando nada realmente. Estamos intercambiando, negociando. Dar por el placer de dar gratifica al dador y al receptor. La recompensa es ver en los ojos del receptor esa mirada de agradecimiento. El poder hacer al otro feliz es el mejor pago para el que da. Whitman dice: “Cuando yo doy, me doy a mí mismo”.
En el día a día damos a los demás de nosotros mismos, sin esperar nada a cambio. La madre da a sus hijos todo de sí, da de su tiempo, de su persona, de su dedicación, de su amor. El médico, la enfermera, cobran lo mismo al final de mes hagan lo que hagan, pero reciben mucho más cuando dan su cariño, su ternura, su comprensión, su amabilidad y su amor a los pacientes. El dinero a fin de mes les permite vivir, pero la sensación de ayudar y alegrar tratando con amor a sus pacientes es lo que les proporciona la felicidad y satisfacción diarias.
Quien más da, más recibe. No es rico el que tiene mucho sino el que da mucho (E Fromm). Otro escritor libanés llamado Khalil Gibran dice: “Hay quienes poseen poco y lo dan todo. Éstos son los que creen en la vida y en su generosidad. Su cofre jamás se verá vacío”.
Mucha gente no entiende eso de dar sin más, por el placer de dar. Por ejemplo, en el caso de “La meteo que viene”. No se genera ni un solo euro por su envío periódico cada semana y tampoco por estas reflexiones. Lo que verdaderamente la alimenta es el saber que al otro lado hay gente a la que le es útil. Les es útil para decidir si ir a esquiar o quedarse a comer con la familia. Les es útil porque algunas frases les hacen pensar que sí que existe un mundo mejor (Un mundo de Yupi), donde hay gente generosa en quien confiar.
Mi pago por estas líneas no es otro que saber que interesa, que alegra alguna cara y que ayuda a alguien a no meterse a escalar una pared de varios largos de 6A en medio de un aguacero. Me llegan correos que me confirman que es así. Para mí son imprescindibles. Sé de muchos que se saltan la meteo para leer directamente estas líneas, estén luego o no de acuerdo con lo escrito. Para ellos también son estos correos.
Estas líneas se envían a unas 100 personas (Hotmail me limita a 50 destinatarios por envío y así, mando el correo 2 veces. En ocasiones hasta 3 veces si superan los 100). Pero sé de buena tienta que luego estos correos se siguen reenviando y reenviando y, aunque la meteo es sólo para Aragón, llegan a muchos puntos de España. Es extraordinario… Es aprovechar los avances de la comunicación para enriquecernos todos. Me alegro de que así sea.
Hoy en día todo se comparte. Internet lo ha hecho fácil. Se comparte música por e-mule, se comparten vídeos, reflexiones, fotos, etc… Compartir enriquece a las personas. Todos nos enriquecemos. Nadie pierde. Todos ganan.
El pasado viernes miles de personas fotografiaban con su móvil el concierto de Maná en la Romareda. No lo hacían para dar envidia a otros (o eso creo) sino para compartir ese momento con quienes no habían podido acudir. Este viernes que viene, una amiga mía canaria que vive en León recibirá un elaborado regalo de cumpleaños porque sí. Porque sé que le va a gustar. Espero que lo crea ella así y que no crea que espero algo a cambio. Hoy mismo, unos padres agradecidos me han traído al hospital una camisa blanca de lino chulísima. Un día cualquiera Fátima me regaló un CD que elaboró para mí. La semana pasada Santiago me grabó el 2º CD de música clásica. Ayer una enfermera de la UCI de un hospital de Barcelona me escribió en agradecimiento por unos correos que le reenvían desde hace tiempo con La meteo que viene y con unas reflexiones que disfruta leyendo, escritas por alguien que no conoce.
Ya lo canta Jorge Drexler: “Cada uno da lo que recibe... Luego recibe lo que da... Nada es más simple... No hay otra norma... Nada se pierde... Todo se transforma”
Quien ha recibido algo sin esperar nada a cambio, quien ha sido querido, enseñado, ayudado, auxiliado, luego también tiende a querer, a enseñar, a ayudar, a auxiliar y a dar por el placer de dar. Creo que el principal de los 10 mandamientos es el segundo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Pero a mí me gusta expresarlo de otra manera: “Trata a los demás como querrías que te trataran a ti”. Con esa frase uno tiende a ser mejor médico, mejor enfermera, mejor hermano, mejor hijo, mejor amigo, mejor persona… y uno termina siendo más feliz. Más aúuuunnnn?????
Cierro con una frase de La Madre Teresa de Calcuta (1910-1997): “No deis sólo lo superfluo. Dad vuestro corazón”.
Jorge
18 comentarios
edgar castellano -
Estefanía Franco -
Marlon -
Lecturas como estas me ayudan a mejorar cada dia. Gracias totales
Felix Castillo -
cristina -
mary -
mary -
seba -
andres -
Adriana -
Adriana -
Martín -
Saludos desde Santa Fe, Argentina.
Fafa Shocolatt -
Carolina -
Maria Flores -
evelyn -
HERNAN -
PERO ALGUNAS PERSONAS SE TORNAN ESCÉPTICAS CUANDO TU LE DAS ALGO Y ELLOS NO TIENE QUE DARTE ALGO. ALGO PASA ACA DICEN...
...EL MUNDO ESTA LLENO DUDAS, DE MIEDO.
ME GUSTO ESA FRASE DE LA MADRE TERESA...LA ENVIARE A TODOS MIS AMIGOS.
anderson arroyo -